No era una tarde cualquiera. El equipo audiovisual ha sido el mismo que he usado para mis documentales sobre literatura fantástica, y nuevamente no me ha fallado. El lugar de reunión escogido fue el Café Converso, un local amigable emplazado detrás del burdel "Passapoga" en la comuna de Providencia. Los jueces son personeros que realmente saben de comics (y no lo digo por presumido), en representación de la "Agrupación Chilena Narrativa Gráfica e Ilustración" (NGI Chile) estuvo Martín Cáceres, colaborador de la subversiva revista "Trauko" a fines de los ochenta y co-autor de "Policía del Karma", la novela gráfica que más premios ganó en el Festival Internacional de Cómics de Santiago (FIC Stgo).
También el artista Oniri, quien recientemente publicó la novela gráfica "Raptados" que trata sobre los raptos sucesivos de varios selk'nam y kaweskar por un excéntrico millonario de Hamburgo, Alemania, un hombre creativo y semblanza alegre. Clepanto, en un gesto amistoso deja de lado su anonimato para hacer su primera aparición en un medio audiovisual, una mente que maneja con acucioso juicio críticas y difusión de comiqueros independientes en su blog. Yerko Pincheira, socio fundador y administrador de la librería cumple su veredicto en base a todas las colecciones que alguna vez tuvo de diversos clásicos del cómic nacional (Como Doctor Mortis y Barrabases en ediciones antiguas). El último en dar su veredicto es quien les escribe, he ido a diversos talleres de cómics pero mi labor tiene más relación con la difusión de dicho arte tanto en las crónicas de Aficción y a su vez entregando tribuna a comiqueros ucrónicos en "Chilenia".
Son muchas las anécdotas que guardan dicha reunión (que incluyen bichos e identidades secretas) hasta las risas provocadas por algunas viñetas, y a su vez el enfado frente a algunos comiqueros que entregaron trabajos "a medio hacer". Una larga jornada, con varias discusiones de cierto tipo, desde porque no hicimos un filtro para que "algunos" sean evaluados, o por qué los criterios de evaluación incluyen puntajes de 0 a 5.000 y no la tradicional escala 1 a 7.
Si bien fue explicado a los jueces, el público y los concursantes también deben saberlo. Primero, todas las obras que postularon entraron al juicio del veredicto. En otros concursos y convocatorias se hace una preselección de las obras. Nosotros como "Librería Dinova" queremos eliminar algunos vicios de la idiosincrasia empresarial chilena, y para eso debemos combatirla con la practica. Si bien el proceso se extendió más de lo esperado, pero preferimos eso por amor a la "Transparencia" que seguir con costumbres deleznables.
Otro problema fue el de la escala 0 a 5.000, puesto que nuestro sistema escolar chileno nos tiene acostumbrado a la escala 1 a 7, 1 que significa nada (aunque en realidad el número de la nada sea el 0) hasta el 7, el número de la perfección. La incorporación del puntaje 0 fue para castigar a las obras que no poseían ilustraciones o argumentos y 5.000 para premiar a los mejores. Meritocracía pura. Un punto a que no me referí anteriormente es sobre el puntaje base sobre el lugar de origen o trabajo de los ilustradores, y los otros puntajes base fueron para que los postulantes tuvieran sesión con ofertas y beneficios para nuestra librería.
Ahora, sin más preámbulos los invito a ver las votaciones del jurado del concurso de mecenazgo.
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